Suecia se ha caracterizado por ser cuna de sonidos únicos en el mundo, una progenie de músicos amigos, conocidos, desconocidos, pero con un par de características siempre palpables, profesionalismo y genialidad.
Y no solo hablamos de rock’nroll o el Heavy Metal en cada una de sus acaudaladas vertientes, bandas como Diablo Swing Orchestra han logrado una combinación de elementos que en cualquier otro contexto serían un desastre logrando un performance y un “producto” musical exquisito; The Hives, legítimos precursores de toda la movida “indie” en la primera década del nuevo siglo, Jan Johansen definido en una palabra, virtuosismo, músicos sin fronteras como Mikael Åkerfeldt, bandas con matices más comerciales pero por ello para nada apartadas a ser de calidad como The Cardigans , y que decir de los incontables titanes del Metal provenientes de Gotemburgo…
Siempre renovada, siempre sorprendente, la madura y estructurada escena sueca nos deleita año tras año con nuevas propuestas y refrescantes sonidos, la novedad es latente. Y si bien, para sus detractores la palabra “novedad” no es de ninguna manera “etiquetable” a los majestuosos y siniestros GHOST, (Siempre comparados odiosa, pero justamente con los gigantes Mercyful Fate) nadie puede negar el protagonismo, popularidad y aceptación e impacto que han conquistado a nivel global, de admirar en una carrera con tan pocos años, con tan solo dos discos un par de EPs y otro par de singles.
En una cita inimaginable, fuera de cualquier probabilidad y pronostico, GHOST se presentó la noche del martes 26 de Agosto de 2014 en Bogotá, Colombia, por primera vez . Recibidos por un clima y una atmosfera bastante familiares, los enigmáticos músicos concluyeron su prueba de sonido a eso de las 4:30 de la tarde y cumplieron con sus diferentes compromisos ligados a la vida del espectáculo, entrevistas, meet and greets, todo sin perder su onda mística y oscura. El ingreso sin contratiempos evidencio la escasa asistencia que no fue inconveniente alguno, pues la ferviente fanaticada presente, (obviamente conocedora y admiradora del concepto De Ghost) hizo valer sus voces por miles mas.
La velada inicio con la digna y fascinante presentación de la banda caleña ELECTRIC SASQUATCH, sin duda un espectáculo para los sentidos, aunque con un corto setlist mostraron en poco tiempo todo el sonido, concepto y profesionalismo del que son capaces y que representan. Una verdadera sorpresa en una escena donde la mayoría de teloneros se caracterizan por su paupérrimo sonido e improvisación en tarima.
Electric Sasquatch, Deleite y conexión .
El ritual había iniciado y tomado por sorpresa a los asistentes, en un parpadeo el telón negro que cubría la catedral portátil del Papa Emeritus II cayo y una especie de densa niebla, provista por los quemadores de incienso y las máquinas de humo ya se había apoderado de todo el recinto, todo detalle conformaba una atmosfera única, indescriptible, incomparable, solo posible de ser descrita estando allí; acompañada por las eminentes y melancólicas notas de piano del maestro Jan Johansen las tinieblas se apoderaron de los corazones de los espectadores que sin duda alguna no imaginaban la grandeza de lo que se avecinaba. El reloj marco las 9 de la noche…
Como un relámpago apocalíptico, el imponente sonido de las primeras notas de “Infestissumam” de la mano con la sincronización en ingeniería de sonido más profesional vista en años en un recinto cerrado Ghost inicio lo que sería sin duda uno de los mejores recitales internacionales del año, canción tras canción, coro tras coro, la elegante y majestuosa sincronización y puesta en escena en tarima de los Nameless Ghouls, el carisma y jerárquica gesticulación del Papa Emeritus II y el ardor vehemente de los fanáticos concretaban una comunión y devoción ya pocas veces vista en los shows internacionales en la ciudad, blasfema comunión que se volvió literal con el finísimo detalle de ofrecer hostias y vino para los asistentes en primera fila de la mano de dos bellísimas modelos caracterizadas como monjas durante “Body And Blood” (sin duda uno de los momentos más perfectos y sensuales de la noche).
¿El momento más ardiente de la noche? la fuertísima y rauda transición entre “Con Clavi Con Dio” y “Elizabeth” que dejo a la ya mayoría extasiada, boquiabierta. Tal vez el único altibajo de la noche fue un tono bajo en la guitarra de (Nameless Ghoul – guitarra lider) durante los solos en la parte balada de Ghuleh / Zombie Queen, de cualquier manera casi imperceptible y que como riesgo se corre al utilizar un capo en la guitarra; porque de resto, cada detalle, la elocuencia de la música, el profesional sonido y la espontaneidad de los fanáticos y del show en sí, casi logran poner el rotulo de “perfección” sobre la velada, cerrada con el inmarcesible himno “Monstrance Clock” .
Amados, odiados, los suecos dejan huella, y se convierten fecha tras fecha en un poderosísimo “Must see”, experiencia de la cual, muchos en algunos años se arrepentirán de no haber sido parte.
Reseña y Fotos por: Camilo Moreno
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