Como era de esperarse, el Señor de las Tinieblas fue anfitrión de sus más fieles seguidores. Mediante sonidos extremos y escandalosos recibió al público más lujurioso y hereje de Bogotá, Colombia y algunas partes del continente. Es lo menos que podía hacerse con la segunda edición hecha por el Amo de la Oscuridad.
Desde tempranas horas de la tarde, cuando el sol todavía alumbraba al frío municipio de La Calera, población un poco más cerca del cielo que de las profundidades a comparación de Bogotá, el recital dio comienzo con la banda bogotana de Thrash Metal: Perpetual Warfare. Los amagos de lluvia, mandados –tal vez- por Dios no fueron un impedimento para que los primeros en llegar, que ya sumaban una cantidad considerable, disfrutaran de la mejor manera el espectáculo.
El segundo turno fue para Goretrade, banda radicada en Suecia que hace algún tiempo no pasaba por Colombia, pero dejó en claro porqué está donde está. Death Metal desde hace más de 15 años, consolidándose en diferentes partes del globo.
Luego, fue el turno de Sin Pudor, un sonido más punkero y además, la cuota femenina en el festival; como es costumbre en el género, desató divertidos remolinos. Siendo incluyente y dando lecciones, el Diablo también invitó a su homenaje a El Sagrado, banda de Hardcore bastante conocida y consolidada en la escena. El Viruñas no falló, ambas bandas respondieron a su altura, no cualquiera toca en sus aposentos; de pasó le cerró la boca a algunos más satanistas que Satanás.
Más tarde, Fúnebre, banda de Black Metal manizalita se presentó, en medio de otro amago -‘espantabobos’ que llaman- de lluvia. Pero el Diablo sabe, tenía listos sus impermeables; tal vez lo que no sabía es que algunos de sus fieles no son tan pudientes para pagar sus infernales hamburguesas y muchos, no pudieron comer por gula ni por hambre.
Otra banda, también más abierta hacia otros géneros, pero igualmente pesados se presentó ante la línea dura del conservatismo diabólico, es Aire Como Plomo. Como lo ha hecho varias veces en Rock al Parque, en toques y conciertos; como es costumbre: la rompió. Al igual que Guerra Total, la última banda de la tarde; su show empezó con luz del sol y terminó en la oscuridad, después de otro amago de lluvia supo prender al público que terminó pogueando a su feroz velocidad.
La última banda colombiana en pasar fue Masacre, legendarios del Death Metal. Turno que empezó con “Imperio del Terror”, un clásico como otros varios que tocaron, “Dios del Horror” y “Éxodo”, por ejemplo, pero también dejaron en claro el trabajo que le meten a sus productos más nuevos, tocaron temazos como “Donde Habita el Mal”. Salvo un intento de celestial por apagar el micrófono de Álex Oquendo, todo fue impecable, como era de esperarse.
Después de ésta, fue el turno de Cannibal Corpse. Como en Rock al Parque 2013, tanto en orden, como en la brutalidad de ambas agrupaciones. La banda estadounidense se destacó, los fieles poguearon con rabia, con los dientes apretados, duro; aunque algunos creyeran meterse a golpear sin ser tocados, intentos pequeños de problema, pero nada fuera de lo normal, nada que sus hermanos del mal no puedan detener. Sólo el cuello dolorido y uno que otro herido en el ritual.
Apenas se acabó, fue el turno de Possessed. El Señor no se queda con nada, dispuso de dos tarimas, “Íncubo” y “Súcubo”, mientras en una se presentaba una banda, en la otra sus demonios preparaban todo para la siguiente. No había que aguantarse los aburridos y demorados cambios de bandas.
De la mano de Jeff Becerra, ésta fue la presentación más brutal para muchos. La única banda del cartel que no había tocado acá, por fin pudo deleitar al público local. Como inolvidable califican algunos, o muchos, hay consenso: fue tremendo.
Con temas como “The Exorcist”, “Pentagram”, “Satan’s Curse”, por supuesto “Death Metal”, entre otros; el público enloqueció y disfrutó al máximo del metal ofrendado por la agrupación. También hay que decir, las guitarras no sonaron 10 segundos, qué importa, desde el cielo no pudieron con la banda californiana.
En seguida, Testament hizo lo suyo, comenzaron con “Over The Wall”, tocaron “Native Blood” y otras muchas más canciones conocidas. El público no paró de cabecear y/o golpearse, de corear; los riffs fueron limpios, impecables, la energía de Chuck Billy para con el público y el señor, destacados, absolutamente.
Y, por último, lo más esperado por muchos, Venom, dioses del Rock n’ Roll. Los británicos, al mando del viejo Cronos dieron un gran show. Con temas como “Long Haired Punks” encendieron a los fieles que los esperaron durante todo el día; para luego tocar canciones suyas más clásicas, como “Countess Bathory”, “In League With Satan”, etc; pero sin duda el momento más apoteósico de esa hora fue cuando tocaron “Black Metal”, sin importar la fugaz frustración que significó la censura de una estrofa, tal vez, otra vez Dios, todos corearon la canción.
Al finalizar, no importó mucho la distancia del escenario a Bogotá. El Señor de las Tinieblas dispuso buses tanto a la ida como a la venida para que sus fieles se vayan y vuelvan contentos a su ritual. Esperemos que Él tenga la disposición de hacer otro festival a la altura, como éste y como el anterior, que estuvo marcado por algunos inconvenientes que se le salieron de las manos. Si el Diablo sigue así, su evento se dará roce entre los mejores de la región, ya es uno de los mejores a nivel nacional.
Reseña realizada por: Juan David Vargas.
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