A nuestro modesto parecer, el día más intenso y variado del festival fue el segundo día.
En la tarde de viernes iluminada por un sol rojizo (aunque con temperaturas de 4-6C°) arranca el fervor en el escenario principal con Auðn. Proveniente de un pueblo al oriente de la capital Islandesa que cuenta con un poco más de 2300 habitantes y cuyo nombre traduce «tierra yerma», a Hjálmar, Hjalti y Aðalsteinn les rodeó un aura de solemnidad y melancolía durante la primera mitad del toque en línea con su carácter sonoro por segunda vez en este certamen
.
Su sonido puede catalogarse como Black tradicional con algunas incidencias atmosféricas. Si deseas tomar una pequeña prueba de la medicina para almas afligidas, te recomendamos comenzar explorando su repertorio con ‘Skuggar’, «sombras».
Por otra parte, el oscurantismo se robó la atención de los testigos de Mephorash con su simbolismo y drama escénico asociado con el Arte Goetia. Cuatro antorchas, túnicas, máscaras, figuras de sierpe y movimientos enigmáticos completan las letras apocalípticas de este sexteto upsalense y complementa el flujo sónico. Dato curioso: Hell Attacks de Colombia es la productora que mueve en exclusiva el disco ‘Sfaíra ti̱s fo̱tiás’ en vinilo de edición de colección limitada a 300 copias.
Una de las 2 bandas estadounidenses participantes es Origin, que tiene ya larga trayectoria pero lastimosamente no es quizá ampliamente conocida en territorios hispanohablantes. Su vocalista presenta modestia al público mediante la metáfora de que se siente como ”un pequeño de 15 años” que también desea ver a Emperor.
El pogo automáticamente se hizo concéntrico por inercia al retumbar ‘Truthslayer’ durante un poco más de 3 minutos en el recinto. Los aspectos técnicos en la composición de la banda proveniente de Kansas relucen en el repique de Paul Ryan y la velocidad rítmica de John Longstreth, especialmente en temas como ‘Wrath of Vishnu’ e ‘Infinitesimal To The Infinite’. Como dato curioso, el vocalista navegó por el público.
El derroche de tecnicidad continuó con el aporte italiano de Fleshgod Apocalypse. La apertura se manifestó con ‘Marche Royale’ y ‘In Aeternum’ y desde el primer instante no cesó lo que podría describirse como la sinfonía que hace preludio a la destrucción debido a la pasión con la que los paisajes sónicos comunican su intensidad y dinamismo.
Es curioso ver que Francesco toca su piano de espaldas al público y que las voces soprano, a cargo de Verónica, la ponían en un rol bastante teatral. En el contexto de promoción de su placa ‘King’, sonaron también ‘Gravity’, ‘Cold as Perfection’ y ‘Healing through War’.
La pomposidad del coctel sonoro deleitó a todos, cubriendo un amplio espectro de gustos.Cuando se creía que la interpretación había llegado a su fin, el rostro central de la agrupación retoma el micrófono líder para presentar los integrantes y contar una pequeña historia personal de su cambio de instrumento y terminar con dos temas más.
La gran esperada Emperor enorgulleció a los coterráneos osloitas y demás asistentes de otras latitudes. De principio a fin el ardor y la exaltación eran evidentes. Mientras que ‘Alsvartr’ en la apertura desencadenó la furia de compases ágiles, ‘The Acclamation Of Bonds’ hizo eco en el auditorio con sus armónicos y secuencias de notas coreadas. Los bises se estructuraron en una selecta lista así: ‘Curse You All Men!’, ‘The Majesty of the Nightsky’, ‘I Am The Black Wizards’ y, como el mismo Vegard lo expresó: “¡Ya sabemos cómo termina esto!”, ‘Inno A Satana’ cerró con broche de oro cambiando el fondo del escenario en una secuencia de imágenes en movimiento que mostraban la naturaleza nórdica en medio de la nieve y hacia el cierre definitivo el escudo de la banda.
Espera nuestra próxima entrega con detalles de Sinistro, Ihsahn, Satyricon y muchas otras.
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Enviado especial de El Santuario del Rock: Rex.
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