Verkligheten
Soilwork
Nuclear Blast – (11 Enero 2019)
Siendo sinceros no me considero un gran fan de Soilwork, debo admitir que les perdí la pista hace bastante, cuando presuntamente abandonaron en gran medida aquel sonido característico de Gotemburgo (aunque ellos son de otra ciudad sueca) en pos de una manera mas moderna de hacer metal que a mi en ese entonces no me agradaba. Así que con este álbum retomaré lo que abandoné hace años, esta es una crítica individual a este álbum con mi reconocida ignorancia hacia los últimos materiales de la banda.
Un Intro suave y melodioso inaugura el disco, no dura mucho, poco mas de un minuto y medio, su impronunciable nombre es el mismo del álbum. Después de este pequeño preludio empieza la agresión, Arrival inicia y mantiene un ambiente brutal muy propio del Death Metal Melódico con las voces limpias que Soilwork está acostumbrado a usar, solos muy melódicos. La siguiente canción inicia con un Groove Thrasher, pero se va volviendo más enorme y cuidada, con un sonido magnificente, al contrario de la cuarta canción, Full Moon Shoals que baja la intensidad con un riff central de tintes Hard rockeros y un coro empalagoso pero no tanto como para fastidiar – creo que empiezo a recordar por qué dejé de escucharlos hace años -. Este ambiente se mantiene mas o menos de igual manera en la quinta canción, The Nurturing Glance, que exhibe iguales elementos a la anterior canción, pero con un poco más de agresión incluida.
Llegamos a la segunda mitad del disco, las sexta y séptima canción de doce, When the Universe spoke y Stalfagel se muestran como un arranque algo más duro que el de la primera mitad, siendo la primera de este par una muestra decente de melodismo y agresión, mientras que Stalfagel es más bien básica pero mostrando el ambiente “épico” que ya se escuchó en la tercera canción del álbum, aún así, las siguientes canciones, The Wolves are back in town y Witan vuelven a bajar el nivel agresor del disco, no son canciones malas, pero no tienen la misma intensidad. Las últimas tres canciones retoman cierto carácter pesado, incluso el apartado melódico se enriquece de un uso prominente del teclado, pero la intención se queda un poco corta debido a las estructuras evidentemente sencillas de las canciones. Con esto, el cierre del disco se ubica al mismo nivel que el resto del álbum.
A este trabajo le he dado varias vueltas, y aunque me parece que la banda demuestra una buena energía en sus canciones, el nivel de estas es mas bien estándar, no hay canciones definitivas que marquen carreras, aunque tampoco hay desastres musicales. En conclusión, es un álbum para pasar el tiempo y el nivel musical se mantiene, pero no alcanza demasiados momentos de brillantez.
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Reseña realizada por: Alejandro Martínez para El Santuario del Rock.
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