Reseña de álbum “Bellum Regiis” – Hate: Placer y dolor en nueve actos

Bellum Regiis

Hate
Metal Blade Records (2 de mayo de 2025)

“No somos exploradores. Somos demonios para algunos, ángeles para otros. Somos la suma de tus deseos y tus miedos.”

Si Pinhead hubiera compuesto un disco de blackened death metal, sería Bellum Regiis. Hate, artesanos del horror y la devoción a lo oscuro desde 1990, han forjado su decimotercer capítulo en hierro y sangre. Este álbum no es una simple colección de canciones, sino una caja de Lemarchand hecha sonido: cada riff es un gancho oxidado que se hunde en la piel, cada blast beat una cadena que se tensa hasta romper el alma.

La Ambición del Dolor

Hate nunca ha buscado agradar. Desde Erebos (2010) hasta Rugia (2021), han esculpido un estilo que combina la violencia del death metal polaco con un aura ritual y sombría. En Bellum Regiis, esa ambición es más íntima, como si ATF Sinner hubiera firmado un pacto con Leviathan, ofreciendo nueve cánticos dedicados al poder, la guerra y la inevitable corrupción de la grandeza.
La portada no engaña: un rey derrotado, aferrado a una corona vacía, es la imagen exacta de este álbum. El poder aquí no es triunfo; es esclavitud refinada.

Prólogo: Bellum Regiis

Las primeras notas engañan con una calma casi inocente, tan delicada como la piel antes del corte. Eliza Sacharczuk canta como una súplica desde el otro lado del portal, pero pronto la calma se derrumba: las guitarras de ATF Sinner y Domin desgarran como cuchillas, y la caja se abre: cada golpe de batería es una cadena tensándose, cada riff una sentencia de condena.

Capítulo I: Iphigenia

La tragedia griega revive aquí, en un torbellino de riffs afilados y melodías que sangran. Es una canción de sacrificio, donde lo bello y lo brutal coexisten como placer y dolor. Hate logra una dinámica hipnótica: la melodía es caricia, pero el siguiente golpe es como una aguja oxidada en la carne.

Capítulo II: The Vanguard

El ejército de sombras avanza. La batería de Nar-Sil retumba como un ejército de cenobitas golpeando al unísono, mientras las guitarras rugen como espadas sobre piedra. Es la manifestación del poder en su forma más fría y devastadora.

Capítulo III: A Ghost of Lost Delight

Este tema es un fantasma que respira en las paredes del laberinto. Los riffs arrastran la canción hacia pasajes densos y espectrales, aunque se extiende más de lo necesario, como un torturador que se recrea en la agonía antes del golpe final.

Interludio: Rite of Triglav

Eliza vuelve a aparecer, etérea, como un espíritu invocado para anunciar el clímax. La percusión tribal y el canto evocan una atmósfera ritual, como si las cadenas estuvieran listas para cerrarse de nuevo.

Clímax y Catarsis: Perun Rising – Alfa Inferi Goddess of War – Prophet of Arkhen

El núcleo más brutal del disco. Perun Rising es una danza de acero y ceniza; Alfa Inferi mezcla majestuosidad con violencia ritual, como si un cenobita tocara un arpa hecha de huesos. Con Prophet of Arkhen, Hate alcanza un groove letal, un equilibrio perfecto entre la oscuridad y el control.

Epílogo: Ageless Harp of Devilry

El cierre es un eco final de la caja: riffs que suenan como lamentos de almas encadenadas, baterías que caen como martillos en la oscuridad. No hay paz, solo el deseo de volver a sufrir.

Producción y Ejecución

David Castillo entrega una producción afilada como bisturí, y Michal Staczkun aporta orquestaciones que hacen que cada tema suene como la banda sonora de un rito infernal.

¿La crítica? Aunque Bellum Regiis es un trabajo impresionante, la primera mitad podría haber ganado más fuerza con cortes más breves. Hay momentos en que la atmósfera se prolonga, diluyendo la tensión, pero nunca hasta el punto de perder el filo.

A Escuchar:

  • Bellum Regiis – Apertura perfecta, donde belleza y violencia se entrelazan.
  • Iphigenia – Un viaje épico y sangrante, lleno de riffs monumentales.
  • The Vanguard – Pura fuerza marcial, imposible no sentir la devastación.
  • Prophet of Arkhen – Groove letal y atmósfera de guerra.
  • Ageless Harp of Devilry – Cierra con un clímax cinematográfico y oscuro.

Veredicto Final

Bellum Regiis no se escucha: se invoca. Es una caja sonora donde Hate invita al oyente a sentir el filo del poder, el dolor y la gloria en una sola experiencia. A pesar de algunos excesos en la duración de ciertos pasajes, su narrativa conceptual y atmósfera infernal lo convierten en uno de los mejores trabajos de blackened death de 2025.

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