Una noche de thrash, cerveza y resistencia: Perpetual Warfare regresa al sur de Bogotá
Septiembre de 2025 fue el mes escogido por los titanes del thrash metal nacional, Perpetual Warfare, para volver a las tarimas capitalinas. Tras un exitoso showcase en el marco del Bogotá Music Market en La Casa del Oso, en el centro de Bogotá, y luego de una extensa gira por Europa y Norteamérica, la Guerra Perpetua se desencadenaría en el sur de Bogotá, en el Teatro El Ensueño, donde el sábado 20 de septiembre, acompañados de Aeternal Nox, Victimized y Aggressive desde tierras pereiranas, desataron el caos.
Willson y Camilo, miembros fundadores de Perpetual Warfare, no son extraños a esta enigmática zona de la ciudad. En su más reciente live session, también en el sur de Bogotá, en las inmediaciones del centro comercial Tunal como parte de las “Tunjuelito Sessions”, comunicaban su enorme aprecio y respeto por la escena metalera del sur de la capital, zona que los vio crecer como estudiantes, músicos, seres humanos y hermanos.
El Teatro El Ensueño se convierte en epicentro del thrash
No era entonces una sorpresa que cerca del 70% de la boletería estuviera vendida para el día del evento. El Teatro El Ensueño, normalmente acondicionado para otro tipo de eventos más recatados, sería el epicentro de esta explosión de thrash, cerveza y resistencia.
Bandas de apertura: Aeternal Nox, Victimized y Aggressive
La noche la abriría Aeternal Nox, con miembros bogotanos y pastusos, quienes, con su sonido clásico con visos de black, death metal y thrash, se enfrentaron a un público tímido que poco a poco empezaba a abarrotar el teatro.
Victimized, con su set, iniciaría el tsunami de thrash que poco a poco arremetería contra todo el teatro. Los bogotanos, quienes fueron acto de apertura para Metallica en 2016, abrieron el mosh incluso frente a la administración del teatro, que al final no tuvo más alternativa que permitir que los asistentes poguearan frente a la tarima.
Desde Pereira, Aggressive continuó con la fiesta. Además de sus hits de antaño, sorprendieron a todos con un enérgico cover de “Allison Hell” de los canadienses Annihilator. Todo estaba preparado para que el público recibiera con el más ferviente abrazo a Perpetual Warfare.
Perpetual Warfare en acción: técnica, energía y conexión con el público
De nivel internacional, el show que presentaron los Earthliens destacó por su manejo de luces y pantallas, que no tiene nada que envidiarle a actos extranjeros, y por la libertad y dominio en la tarima, algo que pocas bandas nacionales logran.
Sí, hubo algunos problemas técnicos y de sonido, pero la banda los enfrentó con todo el profesionalismo y la experiencia acumulada en más de dos décadas de carrera. Destacable fue la sección instrumental entre Machine, baterista de la banda, y el guitarrista líder, quienes con un épico solo y un jam de “Smoke on the Water” llenaron el vacío durante el tiempo que tomó afilar nuevamente la guitarra de Camilo Muñoz. Camilo, como buen frontman, no esperó y, reconociendo la sed de thrash del público, cantó un par de temas del set sin su guitarra. Fue extraño verlo así, pero cumplió de manera impecable como frontman.
Tributos y momentos emotivos
Un momento muy emotivo se vivió al rendir tributo al fallecido amo de las tinieblas, Ozzy Osbourne. Una magnífica versión de “Sweet Leaf” y “Symptom of the Universe” engalanó la noche con nostalgia, un hermoso homenaje a los caídos.
También merece resaltar el noble ondear de la bandera de Palestina durante varios momentos del show. La banda, siempre conectada con problemáticas sociales mundiales, no perdió la oportunidad de alzar su voz en pro del ultrajado pueblo palestino.
Cierre del evento y legado del thrash nacional
La noche cerró con el himno del thrash metal nacional por excelencia, “Muerto en Pogo”, que retozó con ferocidad, hermandad y una devastadora energía. Thomas Hobbes decía: “Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que por su fuerza y agudeza es capaz de hacer, no esté impedido de hacer lo que su voluntad quiera”. Esto fue lo que evidenciamos con la explosiva presentación de Perpetual Warfare: libertad total, conexión con el público y, sobre todo, sintonía con el momento que vive el mundo.
Larga vida a Perpetual Warfare. Esperamos con ascuas el “Nihil Sumus”.