Machine Messiah
Sepultura
Nuclear Blast – (13 enero 2017)
Mientras algunos siguen viviendo de glorias pasadas explotando al máximo trabajos de más de dos décadas Sepultura a pesar de seguir siendo criticados desde la llegada del vocalista Derrick Green sigue trabajando con gran orgullo sobrepasando sus límites creativos y técnicos que una vez más siguen expandiendo su sonido en esta nueva obra bautizada “Machine Messiah”.
Lo primero que sorprende de este nuevo material es la gran diferencia en términos sonoros y atmósferas en que respiran las composiciones; “The Mediator Between Head and Hands Must Be the Heart” tenía lógicamente un sonido más natural (marca de fábrica del productor Ross Robinson) y oscuro que contrasta totalmente aquí, puesto que la producción de Jens Bogren es mucho más clara y pulida dando un sonido más preciso y sofisticado que representa muy bien la identidad actual de los brasileños, pero sobretodo que encaja perfectamente con la temática de este.
Cada trabajo de Sepultura siempre ha tenido un estilo propio y es increíble la forma en que logran renovarse sin perder su identidad; obviamente el sonido de guitarra y los riffs de Kisser tienen una marca única y en “Machine Messiah” el seis cuerdas brilla más que nunca puesto que ha llevado su forma de tocar a otro nivel plasmando una cantidad de melodías de guitarras y solos impresionantes con una técnica y virtud mezcladas a un feeling que te deja con la boca abierta, en términos rítmicos. Por su parte, Eloy Casagrande parece un poco menos presente que en su debut, esta vez ejecutando fills de batería complejos pero menos demostrativos que solo interfieren en el momento adecuado para brillar con la habilidad que lo caracteriza, Green también va mucho más lejos puesto que por primera incluye en una buena cantidad de voces limpias como por ejemplo en la canción homónima que abre el álbum (por cierto un gran riesgo ya que es una de las canciones más suaves y diferentes de su larga carrera).
Con un breve arpegio y unos leads de guitarra inicia “Machine Messiah” creando un pequeño intro apoyado por una suave voz de Green que poco a poco va subiendo en intensidad hasta el punto de estallar e ir por diversos caminos y texturas que por cierto en cada canción sorprenden, hasta en canciones cortas y rápidas como “I Am The Enemy” y “Vandals Nest” el grupo se toma el tiempo de agregar esos pequeños detalles que marcan la diferencia, se sienten influencias del Thrash más clásico y hasta el Punk más básico hasta una marca de virtud de Metal Progresivo en la instrumental “Iceberg Dances” donde Andreas despliega una buena parte de influencias que van desde la guitarra clásica hasta nuevos elementos como un órgano Hammond en medio de duelos de guitarra y batería increíbles, “Sworn Oath” o el single “Phantom Self” cuentan con arreglos sinfónicos de muy buena calidad agregando más riqueza dentro de tanta creatividad; realmente las diez pistas cuentan con estructuras y una calidad de arreglos de impecable producción.
A Escuchar:
- Iceberg Dances
- Machine Messiah
- Resistant Parasites
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