De futbolistas a rockeros:

Daniel Osvaldo es el último de una larga lista de futbolistas que encontró sentido a la vida en la música y más concretamente en el rock, después de poner fin a una carrera deportiva.

El argentino es vocalista de la banda Barrio Viejo, con la que se presentó al mundo en 2016. Antes fueron otros como Germán Mono Burgos y Álvaro Benito los que emprendieron este mismo camino.

Hasta 2016, Osvaldo era protagonista de titulares por sus goles y algún que otro altercado fuera de los terrenos. Uno de ellos con Guillermo Barros Schelotto, su último entrenador, cuando aún era miembro de la primera plantilla del Boca Juniors propició que colgase las botas antes de lo previsto. Poco menos después, pasó de levantar el público desde el verde a hacerlo sobre un escenario. Y es que ese mismo año debutó con su banda, Barrio Viejo, en España y cruzó el charco con la misma para darse a conocer al otro lado del Atlántico en un bar de Buenos Aires poco después.

Dos años más tarde de aquellos inicios, Barrio Viejo, con Osvaldo al frente, ha producido dos discos: Un país con buena gente y Liberación. En la noche barcelonesa es posible escuchar en directo algunos de sus temas más representativos como Desorden, Infumable o La callejera, sin llamar la atención. El que fuera delantero del Espanyol pasa desapercibido con un look más propio a su nuevo yo, en que no falta el gorro, las gafas y la barba. 

No reniega de su pasado, pero tampoco lo echa de menos. Para él, el fútbol fue una vía económica para cumplir otros sueños, como asistir en directo a un concierto de Bob Dylan. Ahora, entre actuación y actuación disfruta de los pequeños placeres de la vida, como comer un asado los domingos con los amigos. Pese a que se le relaciona con algún equipo del fútbol argentino, por su mente pasa la idea de presentar en Palermo el próximo 21 su segundo disco.

Otros que compaginan el fútbol con el rock

La tentación de regresar al fútbol y seguir ligados a la música sí pudo con otros rockeros de corazón como el Momo Burgos o Álvaro Benito, miembros de The Garb y Pignoise, respectivamente. El primero, paisano de Osvaldo, está ahora más centrado en su función como ayudante de Diego Simeone y en ayudar al equipo rojiblanco a romper con la hegemonía del Barcelona en LaLiga Santander, que ha salido campeón del torneo en cuatro de las últimos cinco ediciones. Para ello, el Atlético ha invertido más de 250 millones en fichajes, con lo que se coloca como la principal alternativa al título en las apuestas de bet365 si el Barça, principal candidato, no alarga su reinado. Sea como fuere, el exportero encuentra tiempo de cuando en cuando para ejercer de cantante de The Garb. Así fue por ejemplo en la última cena de Navidad del Atlético, en la que no dudó en subirse al escenario. 

 

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Próximos conciertos de Pignoise!!🐷 3 septiembre-Daimiel(C.Real);5 septiembre-Mislata(Valencia) Vas a venir?? @alvarobenitov @hectorpolo11 #pignoise photo by: @rapco_alex

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Ambas facetas son, en cualquier caso, compatibles. Álvaro Benito compagina labores de colaborador televiso y entrenador con su otra gran pasión, en la que lleva inmerso desde 2002. Según la cuenta oficial de Twitter, Pignoise se ha dejado ver este verano en localidades como Navaleno (Madrid) o Castellón, lo que confirma que su grupo sigue muy activo. En 17 años en activo, la banda ha publicado nueve discos, siendo el tercero, Anunciado en televisión, el más rentable con 100.000 copias vendidas. 

 

En pocas palabras, Osvaldo ha sido el último en dar el salto del fútbol al rock como en pasado hicieron el Mono Burgos o Álvaro Benito. 

 


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