Cradle of Filth es sin lugar a dudas la banda de Metal extremo más polémica de la historia, no por sus controversiales visuales o letras (cómo olvidar la clásica camisa “Jesus is a Cunt”) o por su esencia musical que puede llegar a ser por momentos tediosa, sino por su transgresión hacia capas de Metal menos pesadas o “mainstream” con el cual popularizó el género y la estética gótica a niveles extensos inimaginables, una traición para muchos acerca de lo que representa el Metal como bandera anti-sistémica.
Vendidos o no, podemos ver que en sus últimas placas publicadas (Cryptoriana – The Seductiveness of Decay, Hammer of the Witches y The Manticore and Other Horrors) se han esforzado a volver a sus raíces sin dejar ese componente transgresor gótico que los ha caracterizado y amoldado a lo largo de estos 28 años de carrera; en especial Cryptoriana que pisó bastante fuerte en diferentes listados de Metal internacional y que los puso bajo la lupa de nuevo.
Alguna excusa siempre podrá inventarse para ver al sexteto inglés durante cualquier ocasión o festival, pero esta vez el contexto fue bastante especial, se trataba de la celebración de los 20 años de su icónico trabajo “Cruelty and the beast”, de la cual a último minuto El Santuario del Rock recibió invitación para cubrir y presenciar el recital; aunque escépticos del potencial de lo que se podía avecinar asistimos con mente abierta y expectativas moderadas, jamás imaginamos la sorpresa tan vigorosa que íbamos a tener.
Aunque el ingreso estuvo un poco demorado y los horarios no tuvieron extremo cumplimiento (algo a los que nos tiene acostumbrados Backline América) las bandas teloneras se presentaron sin inconveniente alguno.
La noche empezó de la mano del virtuosismo de Soul Disease y su Blackened Tech-Death metal, impecable sonido, un show bastante decente, y un setlist no muy largo pero contundente. Definitivamente, esta banda tiene un gran futuro por delante ya que en tan solo año y medio de carrera ha dado gigantes pasos, El Santuario del Rock estará a la expectativa de sus futuros logros.
La noche continuó al ritmo y velocidad de la agrupación Guerra Total, que, con 10 años de discografía en su haber, dieron un show un poco más largo de lo esperado, aunque su música no es del agrado de toda la “escena” cabe resaltar su arduo trabajo y su colección de la cual hacen parte 8 full length álbumes, 5 splits, 2 compilaciones y un demo, números bastante envidiables.
La tanda nacional termina con la muy conocida agrupación Soulburner, que, aunque con una discografía no tan larga tiene una presencia en tarima aplastante y uno de los mejores shows en vivo en cuanto a bandas nacionales de metal extremo, al finalizar su show, su vocalista Diego Melo daba la bienvenida a los ingleses para lo que sería una noche de “Metal oscuro”.
Sabíamos lo que se avecinaba, conocíamos las canciones que iban a sonar más los extras, todo estaba aparentemente pronosticado, una noche más de Metal extremo internacional sin expectativas más allá de lo presupuestado… pero no… el show fue mucho más allá y nos dejó boquiabiertos. .
Si nos hubieran dicho a principio de año que el show de Cradle of Filth iba a ser una de las experiencias más aplastantes y demoledoras de Metal extremo del año nos hubiéramos reído a carcajadas; bueno, vamos ya a la sustancia… inicia el show… uno a uno los ingleses se acomodan en el escenario mientras la intro de Once Upon Atrocity suena de fondo; el último en entrar, Daniel Lloyd Davey se alza al escenario cubierto con una capa que haría sonrojar al caballero de la noche por las razones correctas, todos están listos, aguantando ese disparo que desembocara ese caudal oscuro, denso y misántropo lanzado en 1998, y entonces revienta “Thirteen Autumns and a Widow”…
“Through the maw of the woods, a black carriage was drawn…
Flanked by barbed lightning that hissed of the storm…
Bringing slaves to the sodomite for the new-born…
On that eve when the Countess’ own came deformed…
A tragedy crept to the name Bathory…”
¡Que potencia!, qué sonido tan desgarrador y qué demostración de portento y fuerza de la banda, pero en especial de su vocalista, del cual a espaldas mucho se habla en cuanto a que no está al nivel vocal o de escena de hace años. todas esas habladurías arden como fuego valyrio con cada grito del inglés, empieza pues a andar esta descomunal locomotora infernal de la cual teníamos certeza sobre destino y ahora andábamos agarrándonos fuerte para no quedar atrás con la incertidumbre y sorpresa de no saber hacia qué sensaciones nos iba a transportar la banda.
Hear Me now!
Oh crime she be treasure revail will be pleasure somehow….”
¡BOOM!
El doble combo contundente que es referente constante en esta placa de 1998 basada en la leyenda de la “Condesa Sangrienta” de Hungría, Elizabeth Báthory se abre paso a través de “Cruelty Brought Thee Orchids”, canción que tiene cierta influencia en sus riff del sonido de Gotemburgo, 7 minutos de una cruda y dantesca cruzada brutal que deja a todo el público atónito, los asistentes enloquecen y empiezan a hacer uno de los ruidos más altos que se han escuchado en el Auditorio Mayor CUN y el cual fluirá y no bajará su intensidad al repetirse una y otra vez tras cada final de una de las piezas que seguirán a continuación.
Uno tras otro los 10 híbridos fragmentos que conforman este baño de sangre, putrefacción y sombras fueron desplegando su oscuridad y encanto sofisticado sobre los asistentes que empapados de sudor y adrenalina no bajaban la intensidad de su compromiso con la banda, podrán decir mucho en contra de los fans de este sexteto, pero esta pasión hace que palabras en contra sean arrastradas por una corriente ardiente de lujuria musical.
El disco de por sí bastante extenso y aparentemente agotador no pareció tan eterno, y tema tras tema la banda hacia algo diferente para no aburrir a su audiencia, una larga hora inmortalizada en uno de los mejores performances de la banda en tierras criollas.
A diferencia del setlist presenciado en el Circo volador en México en el cual solo interpretaron “From the cradle to enslave” después de haber acabado con Cruelty, en Bogotá se despacharon con 5 canciones icónicas dentro de las cuales no se encontraba la ya mencionada.
“Malice Through the Looking Glass” fue un más que imponente regreso para la banda que se había retirado del escenario después de finalizar cruelty, seguido de una de las mejores de su última placa, “Heartbreak and seance” es definitivamente la canción que tiene la medida perfecta de todo lo grandioso que puede ofrecer esta banda.
El infaltable sonido fantasmagórico de “Nymphetamine” se posó como niebla de madrugada sobre los asistentes, esa canción no deja de ser hermosa suene las veces que suene.
El final del recital estuvo a cargo de dos grandes canciones del álbum Midian, una agradable sorpresa que fue “Saffron’s curse” de la mano de la icónica “Her ghost in the fog”.
Que gran espectáculo, que agradable sorpresa y qué demostración de vigor y fuerza, si podemos definir, en una palabra, existe una que le hace justicia… grandilocuencia.
Setlist concierto de Cradle of Filth en Colombia 2019, May 15 en el Auditorio Mayor CUN de Bogotá
- Once Upon Atrocity
- Thirteen Autumns and a Widow
- Cruelty Brought Thee Orchids
- Beneath the Howling Stars
- Venus in Fear
- Desire in Violent Overture
- The Twisted Nails of Faith
- Bathory Aria: Benighted Like Usher / A Murder of Ravens in Fugue / Eyes That Witnessed Madness
- Portrait of the Dead Countess
- Lustmord and Wargasm (The Lick of Carnivorous Winds)
- Encore:
- Malice Through the Looking Glass
- Heartbreak and Seance
- Nymphetamine (Fix)
- Saffron’s Curse
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Enviado especial de El Santuario del Rock: Camilo Moreno.
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